Los distintos aspectos que nos forman están inter-conectados por energía. Si trabajamos la energía podemos ayudar a sanar el cuerpo físico, la mente, las emociones, la espiritualidad, etc. También podemos trabajar el efecto que tiene un aspecto sobre otro (por ejemplo lo que ocurre con las emociones si tenemos pensamientos negativos). Los disturbios en la energía, deben ser trabajados para evitar que terminen creando enfermedades en el cuerpo físico, mental o emocional.