Luis Anatolio Escobar escribe:
Existe un dolor grande en México (y en todo el mundo) por los hombres, su lugar no es respetado, ni tampoco valorado.
Se observa cómo las mujeres han arrebatado la dignidad de los hombres, mandándolos al final de las cosas importantes de la vida.
Pero de dónde surge este movimiento de desplazamiento?
Será que las mujeres son tan terribles?
Será que los hombres lo tienen bien merecido?
Acaso existe un ser más importante que el otro para la supervivencia?
Preguntas a responder dependiendo la conciencia, sin embargo hay algo que se nos escapa frecuentemente acerca de los hombres y su retirada de las familias.
Hay un cambio muy importante a nivel evolutivo con los varones, antes por obvias consecuencias, los hombres no duraban tanto tiempo vivos, pero esto es una condición biológica, Desde los tiempos ancestrales los seres que se ponían en mayor riesgo para cazar o proteger eran los hombres, con el paso del tiempo ese lugar fue cubierto por las guerras, la memoria del sistema habla de los hombres que se van y mueren.
Pero ¿Qué sucede hoy en día? Las guerras terminaron, el riesgo ha disminuido, como consecuencia los hombres viven más tiempo, sólo que no se sabe qué hacer con la segunda mitad de la vida de un hombre, incluso los mismos varones reducen su existencia a vivir al mínimo, toman muy poco de la vida y de sus seres amados.
Tomar poco de la vida es cuando los sueños terminan, cuando se vive en la monotonía, cuando intentar cosas nuevas sólo se cree que se logran cambiando de pareja, cambiando de hijos, cambiando de trabajo. Una mirada pobre de la vida.
Entonces tenemos mujeres que adoptan el dolor y coraje de las abuelas, hombres que siguen en lealtad de retirada de sus abuelos, en una vida actual donde los hombres viven más tiempo, las dinámicas que se gestan a través de ello son terribles.
¿La mujer cómo puede confiar en un hombre que vive con ganas de retirarse?
¿El hombre cómo puede agradecer el regalo de quedarse más años si la mujer vive encabronada con él?
Un primer gran paso consiste en hacerlo en conjunto, a los hombres nos toca terminar con la lealtad de morir, para poder terminar con todas las conductas que nos ponen en riesgo (Adicciones, Promiscuidad, Malas inversiones, Accidentes, en otras palabras Estupideces).
Claro que para poder hacerlo nos toca mirar a los ojos a todos los hombres que hicieron posible que estemos aquí, aquellos que se retiraron, aquellos que se quedaron y se apagaron, y los pocos de los que se les tiene afecto.
A todos ellos les decimos – Gracias por lo que hicieron posible, gracias por mi vida, y dejo con ustedes el deseo de morir –
Y las mujeres el primer paso no es hacia los hombres en retirada, es hacia sus madres y abuelas, mirarlas en su dolor, en su coraje, y decirles – Ahora veo con amor nuestra historia, la honro, la respeto, y renuncio hacer justicia por ustedes. –
El camino siempre debe ser marcado con la dirección de Hombres con ganas de quedarse, y mujeres con un corazón con ganas de amarlos.