Introducción: (pretexto)
Vivimos en un sistema económico que valora a las personas de acuerdo a su clase social, y su nivel adquisitivo. Mientras más dinero tienes, mas valioso eres para la sociedad. La publicidad nos lleva a gastar el dinero que no tenemos en cosas que no necesitamos, pero que nos ayudan a crear una apariencia que supuestamente nos hacen mas felices. Lo poco que tenemos lo gastamos en teléfonos nuevos, carros de lujo, ropa de moda, maquillaje, cuidados para el cabello, uñas, etc.
Vivimos de cheque a cheque. Usamos todas las líneas de crédito que tenemos disponibles. No tenemos ahorros. No hay un plan (ni la intensión) de vivir sustentablemnte (que los ingresos sean igual o mayores que los gastos). No pensamos en el futuro. Somos los sirvientes perfectos para el sistema capitalista. Compramos todo lo que nos ofrecen las campañas de publicidad.
Gastamos gran parte de nuestros cheques en intereses y penalidades del banco. Trabajamos incansablemente (con sueldos miserables) para tratar de cumplir con unos compromisos que parecen inalcanzables. Le vendemos el alma al diablo a cambio de unas comodidades. Nuestra vida diaria depende de los caprichos de unos magnates que juegan al casino en la Calle “Wall” de Manhattan. Al menos las posesiones materiales nos anestesian y nos apoyan con la proyección publica que queremos presumir a través de las redes sociales.
COVID-19
De momento llega la pandemia. Se desborona esta ilusión que habíamos creado alrededor del “sueño americano”. Se explota la burbuja. Cae la venda. Descubrimos lo que siempre ha sido obvio. Nuestro estilo de vida no es real. No se sostiene. Nunca lo fue. Solo era útil para unos pocos que se lucraban de la ilusión de las masas.
Filosóficamente hablando, puede ser bueno que colapse el sistema. Tal vez comenzaremos a vivir sustentablemente. Tal vez comenzaremos a vernos (y a reconocernos) como seres humanos (no como meros consumidores). Tal vez comenzaremos a vivir desde el corazón, no desde la cabeza.
Sin embargo, el proceso de transición no es fácil. Llevamos muchos años identificándonos con el dinero, con nuestro nivel socioeconómico (o con el nivel socioeconómico que anhelamos alcanzar). Al colapsar el sistema sentimos que nosotros también colapsamos.
Al no generar nada ($$$) nos sentimos que no somos nada… que no nos queda nada. Llevamos muchos años tratando de mantener un estilo de vida, y de momento se nos cae el mundo encima.
No caigas en la tentación:
Recuerda que somos gente maravillosa. Somos hijos de Dios. Nuestra mera presencia es bien valiosa. No permitamos que situaciones temporeras afecten la autoestima.
Me gusta pensar que el mundo esta tomando un giro positivo. Nuestros valores están cambiando. Estamos todos en el mismo bote.
De repente el mundo se paralizo y nuestros ingresos desaparecieron (o se redujeron drásticamente) hasta nuevo aviso.
Preguntas importantes:
El no tener ingreso, ¿hace que valgamos menos? ¿Dejamos de ser seres especiales por tener deudas que no podemos pagar?
Es bien importante mantener la humildad en los momentos difíciles. No es nuestra culpa que el sistema colapse. Nosotros como individuos, no creamos el sistema, ni ocasionamos el colapso. Somos victimas de un sistema que nos impusieron.
Sin embargo, nos toca a nosotros manejar nuestras respuestas frente a la adversidad. Nos toca reaccionar de manera positiva, y buscar ayuda en los momentos difíciles.
No estamos solos:
Aunque estemos en cuarentena (lockdown) hay muchas maneras de conectar con los seres queridos. La verdadera comunicación es desde el corazón, no es necesaria la presencia física. Es bien posible (y recomendado) estar bien presente con nuestros seres queridos a través del teléfono o teleconferencias.
Expresa tus emociones (no te las tragues):
En los momentos difíciles es importante compartir nuestros sentimientos, para no sentirnos solos. La compañía los hace mas llevaderos. Este no es el momento de aislarnos. Recuerda que todos estamos en el mismo bote. Todos estamos pasando por momentos difíciles, y todos sabemos (bien adentro) que todos vamos a estar bien. Lo mas importante (por el momento) es mantenernos ecuánimes en lo que pasa la crisis.
Utiliza los recursos:
El principal recurso para el desarrollo emocional es el contacto con los seres queridos. El contacto genuino puede ser muy sanador. Ellos no siempre van a estar disponibles (cada cual tiene su rollo) pero cuando sea posible conectar, debemos hacerlo.
Si los familiares y/o amigos no están disponibles podemos recurrir a las líneas de ayuda (del gobierno, planes médicos, organizaciones comunitarias, etc). También existen muchos profesionales de la salud que nos pueden ayudar. Nos toca a nosotros buscar la ayuda que necesitemos.
Cuando conectemos con otras personas, debemos tratar de hacerlos desde el corazón. La intensión debe ser acompañarnos (sin juicios) en la situación en que se encuentre cada cual. No queremos pasar todo el tiempo ventilando emociones. No queremos convertirnos en vampiros energéticos.
Conclusión:
Somos seres maravillosos que estamos viviendo tiempos históricos de evolución a nivel mundial. Aunque puede ser difícil para mucha gente, también es una oportunidad de crecer espiritualmente.
Las siguientes recomendaciones nos pueden ayudar:
- Medita: Podemos conectar con le silencio adentro de nosotros, aunque haya ruido afuera. Tenemos una gran oportunidad de encontrar quien realmente somos. La meditación nos ayudara a sentirnos mas tranquilos, independientemente de lo que estemos viviendo.
- Yoga: La yoga nos ayuda a manejar los retos emocionales de una manera madura y adulta. Existen muchos recursos (libres de costo) en el internet. Muchas escuelas de yoda locales están ofreciendo sus clases online. Nos toca a nosotros aprovechar las oportunidades.
- Conecta con la naturaleza: La naturaleza nos ayuda a conectar con nuestra esencia. Nos fortalece y nos da tranquilidad. Dependiendo de donde vive cada cual, puede ser mas fácil salir a conectar. Sin embargo, todos tenemos acceso a la naturaleza. Salir a caminar por el patio puede ser bien sanador. Los que no tengan patio pueden conectar desde el balcón o la ventana. Podemos mirar el cielo, los arboles, los pájaros, las hojas, el viento, las estrellas, etc. Podemos tomar la luz del sol.
- Leer y escribir: Esta es la gran oportunidad para re-organizar ideas. Aquí podemos hacer el plan para manifestar una mejor vida. Podemos poner a correr los proyectos que siempre hemos querido manifestar. Podemos aprender sobre las materias que siempre nos han interesado. Podemos ponernos al día con la lectura.
- Conecta con los seres queridos: Este es el momento para llamar a las personas con las que hace tiempo que no hablamos.
- Si necesitas ayuda, estira la mano. Habemos muchos que estaremos felices de apoyarte.
- Conecta con el pedacito de Dios que vive adentro de nosotros.