En varios países del mundo se celebra hoy el día de las madres. Quiero compartir contigo algunas de las reflexiones que tuve el domingo pasado (día de la madres en Puerto Rico).
El día de las madres es bien importante. Debe ser mucho mas que un día festivo, o un momento para regalar cosas. Siento lástima por los que se preocupan porque no han conseguido regalos para la suegra, la tía, la abuela, etc. Irónicamente son las mismas madres las mas que se estresan mientras se acerca su día. El mejor regalo para una madre es el éxito y la felicidad genuina de sus hij@s. Lo mejor que hago por mami es hacer todo lo posible para ser geniunamente feliz.
Nuestras madres son las personas mas importantes en nuestras vidas. A ellas le debemos todo; empezando por la vida misma. No hay manera de devolverles todo lo que hemos recibido de ellas... solo podemos agradecerlo y pasárselo a las próximas generaciones.
Nuestra Historia:
Esa mujer especial puso el óvulo, que paso a ser nuestra primera semilla de vida. Ahí estaban la mitad de nuestros cromosomas. Se creó un ambiente de amor que fue atractivo para nuestra alma. En ese momento se unió el espermatozoide de papá, que trajo la otra mitad de nuestros genes. Por los próximos 9 meses, nuestras madres nos llevaron dentro de su vientre, para protegernos en los momentos mas vulnerables. En ese periodo compartimos el mismo pulso, la misma respiración, los pensamientos, las emociones, la comida, las preocupaciones, etc. Eramos uno con ella.
En el momento del parto fue nuestra primera separación. Fue un momento traumático para ambos, pero a la vez muy importante. Luego de eso, mami siguió siendo nuestra única fuente de sustento (a través de la leche materna). Ella nos protegía en sus brazos, nos calentaba con su cuerpo y nos daba todo el amor que necesitábamos. La vida era maravillosa. Se manifestó el amor mas grande en nuestras vidas. Ella fue nuestro primer amor.
Eventualmente comenzaron los problemas cuando mami no nos pudo dar toda la atención que necesitábamos. Ella necesitaba hacer otras gestiones como cocinar, limpiar, cuidar a los hermanitos, recibir a los visitantes, descansar, etc. Esa fue nuestra primera decepción amorosa. Nos resignamos a vivir desconectados de mami (y del amor, la vida, el placer, etc.).
Vida como adultos:
Ya hemos crecido, pero sin darnos cuenta seguimos viviendo lo mismo. Tenemos momentos en que nos sentimos conectados con la madre (y estamos llenos de vida, amor, placer, conexión, etc.) mientras que en otros momentos nos desconectamos de mami (nos encerramos, nos desconectamos, nos deprimimos, etc.). Nuestra mente consiente le echa la culpa a las personas y situaciones externas a pesar de que nuestras reacciones emocionales no siempre son consonas con lo que esta pasando.
Eventualmente nos enamoramos y emulamos ese sentimiento que tuvimos de infantes. Nos ilusionamos con esta nueva pareja y la vemos como la persona que nos va a dar la felicidad eterna (igual que hicimos con mami). Con el tiempo nos damos cuenta de que esa persona no nos puede llenar las necesidades y nos decepcionamos de una forma muy similar a la decepción de la infancia. Sentimos mucho dolor. En cierta manera, la industria de la música esta basada en esa conexión con la madre.
¿Que puedo hacer?
Lo mas importante es reconocer que toda la felicidad del mundo (y toda la tristeza) están ya adentro de nosotros. Todas las personas que llegan a nuestras vidas son simplemente espejos que nos dejan ver lo que ya tenemos. Con esto en mente, sabemos que no le podemos delegar nuestra felicidad a ninguna persona o situación externa. Debemos tomar responsabilidad de nuestras vidas.
Para alcanzar la felicidad total, tenemos que volver a conectar con esa madre que nos dio todo ese amor en la infancia. Debemos estar consientes de todo ese miedo que nos separa de ella, pero no debemos dejar que el miedo nos domine. Existen varios ejercicios que nos permiten acercarnos a mama, y por lo tanto al éxito, la vida, la felicidad, etc. De querer dialogar mas sobre el tema, me puedes llamar.
Le deseo muchas felicidades a todas las madres (especialmente a la mía) y les agradezco todo lo que le han traído a este mundo.
Muchas bendiciones,
Javier Ruiz
(787) 525-6905