por: Javier Ruiz
Todos llevamos un vacío interior.
No necesariamente nos gusta. Evitamos estar ahí. Llenamos nuestra agenda. Sobrecargamos el cerebro con estímulos, deportes, noticias, video-juegos, tareas domesticas, etc. Estamos adictos a la sobre-estimulación. Siempre queremos sentirnos “llenos”. De hecho, la principal muerte en tiempos modernos son las enfermedades relacionadas con el corazón (lo que se relaciona con el exceso de estimulación).
Para muchos, es bien difícil, y hasta traumático, conectar con el silencio, con el vacío interior. Prefieren estar en la muerte (agarrados de adicciones o videojuegos). Los teléfonos inteligentes han venido a llenar esa necesidad… evitar conectar con nuestro vacío interior. Por eso han tenido tanta acogida a nivel mundial.
Esta pandemia (COVID-19) nos ha obligado a bajar la velocidad, a estar en silencio, a conectar con ese vacío.
¿Por qué es tan difícil conectar con el vacío interior?
El vacío es una puerta a nuestro subconsciente. Si nos quedamos mucho tiempo en ese espacio, pueden empezar a salir nuestras frustraciones mas profundas, nuestros deseos reprimidos (violencia, sexualidad), el dolor que llevamos adentro, en fin… nuestra sombra… la parte nuestra que no queremos ver. Puede ser bien doloroso.
Sin embargo, no todo es malo. Al acceder al subconsciente, también accedemos nuestra creatividad, nuestra fuerza vital, nuestro amor mas profundo, nuestros talentos, nuestra intuición, nuestras ganas de vivir plenamente y nuestro “manantial” (el regalo que tenemos para el mundo).
Deepak Chopra dijo que el “SER” no está en la mente, sino en el espacio entre los pensamientos. “Se trata de un silencio lleno de infinitas posibilidades de pensamientos, un campo de pura potencialidad”.
¿Qué podemos hacer?
Para muchos de nosotros, el periodo de aislamiento social (cuarentena) nos esta obligando a entrar en “el vacio”. La situación nos ha quitado muchas de nuestras distracciones favoritas (trabajo, jangueo, deportes, etc).
Sin embargo, es una oportunidad de oro para conectar con nosotros mismos. Podemos entrar (conscientemente) en el vacío interior, y simplemente observar (desapegadamente) que sale de ahí. De momento tenemos permiso para no trabajar, para no salir, para “no hacer nada” para enfocarnos en el trabajo personal.
Si nos permitimos entrar en el vacío interior, nos damos la oportunidad de observar que es lo que tenemos adentro, que no hemos podido expresar. Nos hacemos conscientes del grito que no hemos podido dar, al igual que el amor que no hemos podido expresar. Dejamos que salga la felicidad y la tristeza. La comodidad y la incomodidad. Lo “bueno” y lo “malo”. Lo absurdo y lo lógico. En fin, todo lo que esta adentro de nosotros. Es importante que se haga todo esto de forma desapegada, sin expectativas, y sin juzgarnos. No sabemos que es lo que va a salir.
También es recomendable que te des cuidado personal. En el internet han muchas clases de yoga que se pueden hacer. Yo recomiendo el Kundalini, yoga, para fortalecer el campo emocional. Si vives con gente, lo ideal es que ellos hagan yoga contigo.
Es buena idea escribir sobre tu experiencia en un diario (journal). La escritura te ayuda a integrar lo que estas viviendo y descubriendo. Ten en cuenta que nadie tiene que leer lo que escribiste (a menos que tu lo autorices). No le pongas atención al resultado final de lo que escribas, lo importante es el proceso. Sigue escribiendo y deja que tu mano se mueva sola, que salga lo que tenga que salir. Esto es parte de tu proceso personal.
Si tienes patio, sal a caminar, respira aire fresco, toma sol, ejercítate. Si no tienes patio, puedes conectar desde el balcón o desde la ventana.
No le tengas miedo al vacío. No le tengas miedo a ser quien eres. Dios te hizo así, y así eres una persona maravillosa. Mientras podamos aceptarnos tal y como somos (con todas nuestras imperfecciones), vamos a vivir una vida mucho mas plena.
Por ultimo, recuerda que estamos viviendo una pandemia a nivel mundial. Es bien importante que te quedes en la casa y que evites el contacto con las personas externas. Nos toca a nosotros evitar la propagación, para ayudar a contener el virus, y poder volver “a la normalidad”. Luego de vivir esto, no vamos a ser la misma persona… si aprovechamos la oportunidad, vamos a ser mas plenos.